

¿Qué es la diástasis abdominal y cómo saber si la tienes?
La diástasis abdominal durante y después del embarazo: qué es y por qué ocurre
Durante el embarazo, el útero crece, aumentan las presiones intraabdominales y la línea alba, es decir, el tejido conectivo entre los rectos, se estira para dar espacio al bebé.
Ese estiramiento puede superar su elasticidad y producir una separación visible o palpable entre los rectos abdominales; a esto lo llamamos diástasis de rectos.
La ecografía es útil para ver el grosor de la línea alba y medir la distancia interrectos, además de comprobar cómo se comporta la pared abdominal con la respiración o los esfuerzos suaves.
La diástasis no aparece solo por “hacer mal los abdominales”. Influyen factores mecánicos (aumento del volumen uterino, hiperlordosis), biológicos (calidad del colágeno, edad materna) y del estilo de vida (ganancia de peso, estreñimiento, tos crónica).
Cuidar el control de presión (respirar y exhalar al esfuerzo, evitar maniobras de Valsalva innecesarias) y trabajar el core profundo durante el embarazo reduce el impacto sobre la línea alba.
¿Y la ecografía en embarazadas? ¿Es segura?
Sí. Para valorar el abdomen o cualquier otra indicación obstétrica, la ecografía es una técnica de elección en gestantes (no usa radiación ionizante). La Sociedad Española de Radiología Médica recuerda priorizar ultrasonidos.
¿Cómo saber si tienes diástasis abdominal?
Existen algunas señales y un sencillo test casero que pueden ayudarte a orientarte antes de una valoración profesional:
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Autoevaluación orientativa en casa
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Túmbate boca arriba con rodillas flexionadas.
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Coloca los dedos sobre la línea media (por encima, a la altura y por debajo del ombligo).
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Eleva suavemente cabeza y hombros (mini-crunch) y palpa si notas una hendidura donde “entran” varios dedos o una protuberancia al esfuerzo.
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Valora también si hay sensación de inestabilidad del core, domo al levantarte, molestias lumbares o tirantez en línea media.
Esta prueba no sustituye la valoración profesional. La confirmación y cuantificación debe hacerla una matrona, fisioterapeuta de suelo pélvico o ginecología.
¿Cuándo consultar?
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Si la separación es amplia o profunda, si notas bulto en la línea media al incorporarte, si hay dolor lumbopélvico o dificultad para activar el abdomen.
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En el posparto, recomendamos una revisión específica (idealmente entre 6 y 12 semanas) para evaluar abdomen, suelo pélvico y pautar el plan de recuperación.
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La Federación de Asociación de Matronas de España incluye la valoración abdominal/posible diástasis entre los cuidados del puerperio liderados por matronas.
Riesgos de la diástasis abdominal
La diástasis abdominal ocurre cuando los músculos rectos del abdomen se separan más de 2,5 cm debido a la presión ejercida durante el embarazo o a esfuerzos repetitivos. Esta separación puede influir en la postura, la fuerza abdominal y la salud del suelo pélvico.
La diástasis por sí misma no es “peligrosa”, pero puede asociarse a:
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Debilidad de la pared abdominal y del sistema abdomino-pelviano, con sensación de “falta de sostén” y fatiga en tareas cotidianas.
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Dolor lumbar o pélvico y compensaciones posturales, sobre todo si el core profundo no se coordina bien.
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Dificultad para gestionar presiones (tos, estreñimiento, esfuerzos), que puede contribuir a síntomas de suelo pélvico (p. ej., incontinencia de esfuerzo) si coinciden otros factores.
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En casos concretos, puede coexistir con hernias de la línea media que requieren valoración médica.
Consejos para prevenir o minimizar la diástasis abdominal
Aunque la diástasis abdominal no siempre se puede evitar, sí existen hábitos y cuidados que ayudan a prevenir o reducir su impacto en el día a día:
1. Movimiento y ejercicio seguros en el embarazo
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Mantén actividad física regular adaptada: caminar, pilates/yoga para embarazadas, natación y trabajo de core profundo (transverso + diafragma + suelo pélvico) con guía profesional.
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Evita picos de presión: exhala al esfuerzo, no contengas el aire al levantar peso y gira de lado para incorporarte de la cama.
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El ejercicio en el embarazo reduce riesgos (ganancia de peso excesiva, diabetes gestacional, etc.) y favorece un mejor posparto.
2. Cuida la gestión de presiones
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Respiración diafragmática y activación suave del transverso.
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Evita estreñimiento (fibra, hidratación, hábitos), tos crónica sin tratar y cargas bruscas.
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En el día a día: “exhalo + activo suave” antes de levantar al peque o el carrito.
3. Revisión posparto liderada por matrona
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Entre las 6–12 semanas, valora abdomen y suelo pélvico; si procede, solicita ecografía funcional para medir la distancia inter-rectos y observar el comportamiento de la pared abdominal en movimiento (tos, bipedestación, contracciones).
4. Programa de recuperación progresiva
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Conciencia respiratoria + transverso: reaprender a respirar y activar el transverso abdominal, nuestra “faja natural”, para proteger la línea alba.
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Sinergia con suelo pélvico: coordinar abdomen y suelo pélvico, mejorando estabilidad y previniendo molestias como pérdidas o sensación de peso.
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Tareas funcionales: aplicar esa activación en gestos diarios (coger al bebé, levantarse, empujar el carrito) y empezar con fuerza adaptada.
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Retorno al deporte: volver poco a poco al ejercicio de impacto, asegurando una buena técnica y que el abdomen y el suelo pélvico respondan de forma segura.
En Mi Maternidad Valencia, creemos que cada mujer merece un acompañamiento seguro, cercano y basado en la evidencia durante el embarazo y el posparto.
Por eso, ofrecemos valoración de diástasis abdominal y programas personalizados de recuperación, combinando ejercicio terapéutico, educación en el control de presiones y cuidado del suelo pélvico.
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