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Salmonella en el embarazo

La salmonella es una infección bacteriana que puede adquirirse a través de alimentos o agua contaminados. Durante el embarazo, las mujeres son más vulnerables a ciertas infecciones, incluida la salmonella, y es importante conocer sus síntomas, riesgos y formas de tratamiento. A continuación, profundizamos en los aspectos clave sobre la salmonella y su impacto durante la gestación. Desde nuestro centro de maternidad en Valencia te contamos todos los detalles.

 

Síntomas de la salmonella en el embarazo

Los síntomas de la salmonella en el embarazo son similares a los que presenta cualquier persona, aunque en mujeres embarazadas pueden ser más intensos debido a los cambios en el sistema inmunológico. Los síntomas incluyen:

  • Fiebre alta y persistente

  • Dolor abdominal fuerte o calambres

  • Náuseas y vómitos

  • Diarrea, que puede ser intensa y provocar deshidratación

  • Dolor de cabeza y malestar general

Es fundamental acudir al médico o a nuestra matrona si experimentas estos síntomas para evitar complicaciones y recibir el tratamiento adecuado.

¿Cómo afecta la salmonella en la gestación?

La salmonella puede tener diferentes efectos en el embarazo, que varían según el estado de salud de la madre y el tiempo de gestación. Esta infección puede provocar deshidratación intensa y afectar la absorción de nutrientes esenciales, lo cual es vital para el desarrollo del bebé. En algunos casos, si la infección se agrava, puede conllevar riesgos de aborto espontáneo o parto prematuro, especialmente si no se trata a tiempo.


Durante el embarazo, los sistemas de defensa del organismo están algo debilitados, y esto facilita que la infección por salmonella pueda extenderse más rápidamente, afectando tanto a la madre como al feto.

¿Es peligrosa la salomnella si estás embarazada?

La salmonella puede ser peligrosa durante el embarazo si no se recibe atención adecuada. Además de los síntomas graves en la madre, existen riesgos para el bebé si la infección se vuelve sistémica o si la fiebre y la deshidratación persisten sin control.
Sin embargo, la mayoría de las infecciones por salmonella se limitan al sistema digestivo y pueden tratarse con reposo y buena hidratación. El peligro surge cuando se produce una septicemia (infección en la sangre), lo que podría requerir hospitalización y supervisión médica exhaustiva

 

¿Cómo curar la salmonella en el embarazo? 

El tratamiento para la salmonella en el embarazo debe ser supervisado por un médico, ya que no todos los medicamentos son seguros durante la gestación. Algunas de las recomendaciones para manejar la infección incluyen:

  • Hidratación continua: Beber agua y sueros orales para reponer líquidos y electrolitos perdidos por la diarrea y el vómito.

  • Reposo: Descansar ayuda al cuerpo a combatir la infección de manera más efectiva.

  • Dieta blanda: Comer alimentos suaves y fáciles de digerir, evitando productos lácteos y comidas grasas que puedan irritar el estómago.

  • Antibióticos: Solo en casos graves y bajo prescripción médica. No se recomienda la automedicación, ya que algunos antibióticos están contraindicados en el embarazo.
     

Es clave que cualquier síntoma de salmonella sea evaluado y tratado lo antes posible para proteger tanto a la madre como al bebé.


En conclusión, la salmonella en el embarazo puede representar un riesgo importante tanto para la madre como para el bebé si no se trata a tiempo. Conocer los síntomas y estar atentos a cualquier signo de alerta es fundamental para buscar ayuda médica temprana. Aunque la mayoría de los casos se controlan con reposo e hidratación, es esencial contar con la orientación de un profesional para asegurar un tratamiento seguro y efectivo. En la medida de lo posible, adoptar precauciones en la manipulación de alimentos y la higiene diaria ayudará a reducir el riesgo de contagio y a mantener una gestación saludable.

 

 

 

 

 

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