

Estoy perdiendo peso en la lactancia, ¿es normal?
Si has notado que estás perdiendo peso en la lactancia, probablemente te estés preguntando si es algo normal o si deberías preocuparte. ¡Tranquila! Es bastante común y, de hecho, forma parte del proceso natural que ocurre en tu cuerpo al dar el pecho. Vamos a explicarte qué sucede y cómo asegurarte de que esta pérdida de peso sea saludable tanto para ti como para tu bebé.
Lactancia materna y pérdida de peso: ¿qué relación tienen?
La lactancia materna es como el gimnasio secreto del postparto. Para producir 750 ml de leche al día, tu cuerpo necesita alrededor de 620 calorías extra. Lo interesante es que parte de estas calorías provienen de lo que comes (450 calorías), pero las otras (170 calorías) salen directamente de las reservas de grasa que acumulaste durante el embarazo.
Un croquis fácil:
Para producir 750 ml de leche al día --------> se necesitan 620 Kcal extra
¿De dónde vienen esas 620 Kcal?
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450 Kcal de lo que comemos
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170 Kcal de nuestras reservas de grasa
Esto explica por qué muchas madres pierden peso en la lactancia de manera natural. Además, la lactancia materna exclusiva contribuye a una pérdida de peso más rápida en comparación con la lactancia mixta o la alimentación con fórmula. ¡Es como si tu cuerpo estuviera diseñado para ayudarte a volver a tu peso de forma progresiva mientras nutres a tu peque!
¿Es posible perder peso durante la lactancia?
¡Sí, pero ojo! Lo ideal es que la pérdida de peso en la lactancia sea lenta y controlada: unos 1,5 a 2 kilos al mes es lo recomendado. Si intentas adelgazar más rápido con dietas extremas, podrías poner en riesgo tu salud y tus niveles de energía (y seamos honestas, ¡necesitas toda la energía que puedas reunir para esas noches sin dormir!).
Estos son algunos puntos clave para perder peso en la lactancia de manera segura:
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Come suficiente. Las madres lactantes necesitan consumir entre 2.300 y 2.500 calorías al día. En el caso de lactancia múltiple (gemelos, trillizos), esta cifra puede subir hasta 3.000 calorías. ¿El truco? No saltes comidas, ten a mano snacks saludables y disfruta de alimentos que realmente te gusten.
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Haz ejercicio moderado. Un paseo al aire libre, yoga postnatal o ejercicios aeróbicos suaves son perfectos para acompañar la pérdida de peso en la lactancia sin afectar tu producción de leche.
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Evita dietas muy restrictivas. Consumir menos de 1.500 calorías al día puede agotar tus reservas y, aunque tu cuerpo seguirá produciendo leche de calidad, a la larga podrías sentirte agotada y mal nutrida.
Causas de perder peso en la lactancia
El proceso de perder peso en la lactancia no es un misterio, tiene explicaciones muy claras. Aquí van algunas razones:
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Quema calórica elevada: como ya hemos mencionado, tu cuerpo necesita mucha energía para producir leche, y moviliza las reservas de grasa acumuladas durante el embarazo.
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Hormonas inteligentes: la prolactina, una de las hormonas clave de la lactancia, asegura que sigas produciendo leche incluso si reduces un poco tu consumo calórico o empiezas a hacer ejercicio moderado.
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Lactancia exclusiva: amamantar exclusivamente (sin biberón ni fórmula) implica mayor demanda energética, lo que acelera la pérdida de peso.
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Recuperación natural del cuerpo: tu metabolismo se adapta para ayudarte a volver progresivamente al peso previo al embarazo.
Eso sí, si sientes que estás perdiendo peso en la lactancia demasiado rápido o te notas débil, no dudes en consultar con nuestra matrona Paula.
Pérdida de peso y dieta durante la lactancia: ¿qué debes saber?
Tu cuerpo es increíble: incluso si tu dieta no es perfecta, producirá leche de calidad para tu bebé. Sin embargo, si no consumes suficientes calorías o nutrientes, puedes agotar tus propias reservas. Esto puede comprometer tu salud a largo plazo y aumentar tu sensación de cansancio.
Un detalle interesante es que las madres desnutridas todavía producen leche de calidad adecuada, pero en menor cantidad. Por eso, es importante que mantengas una alimentación equilibrada y evites dietas restrictivas mientras amamantas. La pérdida de peso en la lactancia debe ser un proceso lento y saludable.
Conclusión: disfrutar del proceso, sin presiones
Perder peso en la lactancia es natural, pero no debe ser una meta estresante. Este es un momento para cuidar de ti misma y disfrutar de tu bebé, no para preocuparte por los números de la báscula. Apuesta por una alimentación saludable, haz un poco de ejercicio y, sobre todo, escucha a tu cuerpo.