Si hablamos de la epidural en el parto, podríamos hablar de muchísimas cosas como:

 

-  ¿Cuándo se debería de poner?

-  ¿Podré moverme?

-  ¿Sentiré dolor cuando me la pongan?

-  ¿Qué riesgos conlleva?

-  ¿Existen otras técnicas de alivio del dolor?

 

Y muchas otras más…

 

Pero ¿eres menos valiente si quieres ponértela?, ¿eres peor madre?, la respuesta es NO.

 

Simplemente tienes que estar bien informada, y esto es fundamental en una preparación al parto y confiar en la matrona que esta a tu lado el día del parto.

 

 

De todo lo que podemos hablar de la epidural, te voy a informar de una pequeña parte que se llama:

 

EPIDURAL, SI YO NO SIENTO DOLOR ¿MI BEBE SENTIRÁ DOLOR?

 

Nuestro cuerpo genera unas hormonas llamadas ENDORFINAS.

Las endorfinas son esa sustancia que relacionamos con el placer (hacer ejercicio, comer chocolate…) y cuando el cuerpo siente dolor, desde el cerebro se manda la señal de segregar endorfinas, que proporcionan analgesia y euforia (son una sustancia opioide).

 

En cada contracción, hay un pico de producción de endorfinas para contrarrestar.

Con las contracciones el bebé no siente dolor, pero a veces tras muchas horas de parto, puede empezar a sentirse incómodo de tanto “apretón” uterino.

 

Las endorfinas maternas atraviesan la placenta y le dan al bebé un aporte de bienestar.

Para favorecer la aparición de endorfinas es vital sentirse relajada y segura, de ahí la CONFIANZA que debe haber con la matrona. No debe haber estrés, ni tensiones miedos o preocupaciones.

 

Como con la epidural no se siente el dolor, ya no son necesarias las endorfinas para la madre, así que desaparecen esos picos de producción y al desaparecer, no llegan tampoco al bebé.

 

El dolor es el que PROVOCA que se liberen estas hormonas, no son las contracciones.

 

Con la epidural seguirán habiendo contracciones, pero no habrá dolor, esto significa que el cuerpo no segregará ENDORFINAS. No significa que tu bebé vaya a sufrir, pero no recibirá estos aportes hormonales.

 

 

Tanto la buena información como la confianza son claves en todo el proceso del embarazo y del parto.